Argentina es tierra de teatro. Desde los colosos líricos hasta los espacios independientes de vanguardia, el país alberga una de las escenas teatrales más vibrantes y prolíficas de América Latina. Buenos Aires, en particular, es conocida como una de las capitales teatrales del mundo, con más salas por habitante que Londres o Nueva York. Pero el fenómeno no se agota en la ciudad porteña: el interior del país también cuenta con joyas arquitectónicas, espacios de enorme valor cultural y comunidades artísticas intensamente activas.
En este recorrido, exploramos los teatros más importantes de Buenos Aires —tanto por su historia como por su rol actual— y sumamos una selección de espacios destacados de otras provincias, donde el teatro sigue siendo un motor de identidad y expresión colectiva.
1. Teatro Colón (Ciudad de Buenos Aires)
No se puede comenzar esta lista sin mencionar al Teatro Colón, una de las casas líricas más importantes del mundo. Inaugurado en 1908, su arquitectura de estilo ecléctico y su acústica excepcional lo colocan a la par del Teatro alla Scala (Milán) o la Ópera de París. Por su escenario han pasado figuras como Luciano Pavarotti, María Callas, Igor Stravinsky y Rudolf Nureyev.

Ubicado en pleno centro porteño (Cerrito 628), el Colón fue restaurado íntegramente entre 2006 y 2010, recuperando su esplendor original. Hoy funciona como sede de la Ópera, el Ballet Estable y la Orquesta Filarmónica de Buenos Aires, además de ofrecer visitas guiadas que permiten apreciar su cúpula pintada por Raúl Soldi y sus imponentes salones.
2. Teatro Nacional Cervantes (Ciudad de Buenos Aires)
Ubicado sobre la Avenida Córdoba, a metros del Obelisco, el Teatro Nacional Cervantes es el único teatro nacional del país y la principal sala del Estado argentino. Fundado en 1921 por la actriz española María Guerrero, fue concebido como un espacio de intercambio hispanoamericano.
Su edificio está inspirado en el Renacimiento español y fue construido con materiales traídos de España. Cuenta con tres salas: la María Guerrero (principal), la Luisa Vehil y la Orestes Caviglia. Además de presentar obras clásicas y contemporáneas, el Cervantes promueve el teatro federal con elencos y producciones del interior del país.
3. Teatro General San Martín (Ciudad de Buenos Aires)
El Teatro San Martín, parte del Complejo Teatral de Buenos Aires, es uno de los centros culturales más activos de la ciudad. Inaugurado en 1960 sobre la Avenida Corrientes, fue pionero en la difusión del teatro moderno argentino y en la experimentación escénica.
Cuenta con tres salas: la Martín Coronado (para grandes producciones), la Cunill Cabanellas (más íntima y experimental) y la Casacuberta. Además, alberga exposiciones, ciclos de cine y una escuela de formación teatral.
El San Martín ha sido cuna de dramaturgos como Griselda Gambaro, Ricardo Monti y Mauricio Kartun, y es sede de clásicos renovados, teatro político y propuestas innovadoras.
4. Teatro Maipo (Ciudad de Buenos Aires)
Conocido como “la catedral del varieté”, el Teatro Maipo ha sido un ícono del espectáculo popular argentino desde su fundación en 1908. En sus tablas brillaron leyendas como Tita Merello, Niní Marshall y José Marrone. Durante décadas fue sinónimo de revista porteña, tango, humor y provocación.
Tras una larga restauración, reabrió en 1994 conservando su espíritu original. Hoy combina producciones comerciales, musicales, espectáculos humorísticos y shows de gran convocatoria.
5. Teatro Gran Rex (Ciudad de Buenos Aires)
Aunque su programación se orienta más a la música y los espectáculos internacionales, el Gran Rex también ha albergado importantes producciones teatrales. Diseñado por el arquitecto Alberto Prebisch e inaugurado en 1937, su estilo art déco y su capacidad para 3.300 espectadores lo hacen uno de los teatros más grandes del país.

Su escenario ha recibido desde conciertos sinfónicos hasta comedias, stand-up y obras familiares de gran producción como La Bella y la Bestia o Peter Pan.
6. Teatro Metropolitan (Ciudad de Buenos Aires)
Ubicado también sobre la icónica Avenida Corrientes, el Metropolitan es un espacio que ha sabido adaptarse a los tiempos. En sus distintas salas se presentan comedias, dramas, musicales, monólogos y espectáculos de humor político.
En la actualidad, el teatro se llama Metropolitan Sura por un acuerdo con la empresa aseguradora, y es uno de los favoritos para producciones contemporáneas de alto nivel, incluyendo obras de autores argentinos y clásicos versionados con estética moderna.
7. Teatro El Picadero (Ciudad de Buenos Aires)
Símbolo de la resistencia cultural, el Picadero fue fundado en 1981 y se convirtió rápidamente en uno de los epicentros del “Teatro Abierto”, un movimiento de artistas que, en plena dictadura, promovía el arte como espacio de libertad.
El teatro fue incendiado poco después por razones políticas, y su historia quedó como una herida abierta. Reabierto en 2012, el nuevo Picadero mantiene su espíritu de compromiso artístico y social, con una cartelera diversa y de calidad.
8. Teatro Independiente: una galaxia de salas
Buenos Aires cuenta con más de 300 salas teatrales, muchas de ellas dentro del circuito alternativo o independiente. Lugares como El Portón de Sánchez, Timbre 4, Espacio Callejón, Patio de Actores, Teatro El Extranjero, Apacheta, Andamio 90 y Beckett Teatro ofrecen propuestas arriesgadas, autorales y con alto nivel artístico, muchas veces con presupuestos mínimos pero enorme creatividad.
Este circuito ha sido una usina constante de dramaturgos, directores y actores que luego llegan a las grandes salas, al cine o incluso al exterior.
Más allá de Buenos Aires: teatros emblemáticos en las provincias
Aunque Buenos Aires concentra la mayor cantidad de salas, el interior argentino también cuenta con espacios de enorme valor artístico e histórico.
9. Teatro El Círculo (Rosario, Santa Fe)
Inaugurado en 1904 como Teatro La Ópera y rebautizado en 1943, el Teatro El Círculo es el principal coliseo de Rosario. Su acústica es considerada una de las mejores de Sudamérica, y su arquitectura, con influencia italiana, es impresionante. Alberga conciertos, óperas, obras de teatro y ballet. Además, en su subsuelo se encuentra la cripta convertida en sala de cámara, con un diseño y atmósfera únicos.
10. Teatro Independencia (Mendoza)
Es el teatro principal de la provincia de Mendoza y sede oficial de la Orquesta Filarmónica local. Su construcción comenzó en 1922 y fue inaugurado en 1925. De estilo neoclásico, ha sido restaurado en varias ocasiones y es el corazón de la actividad cultural cuyana. Cada año, durante la Fiesta de la Vendimia, alberga espectáculos especiales.
11. Teatro San Martín (San Miguel de Tucumán)
No confundir con el porteño, el Teatro San Martín tucumano es otro bastión cultural del norte argentino. Fundado en 1912, ha tenido diferentes etapas y remodelaciones, pero sigue siendo la principal casa de teatro y música de la provincia. Sede de festivales regionales y espectáculos nacionales, es un punto de encuentro para artistas del noroeste.
Conclusión: un país con alma escénica

El teatro argentino no es sólo espectáculo; es identidad, resistencia, educación, memoria y comunidad. Desde los frescos dorados del Teatro Colón hasta los escenarios íntimos del circuito independiente, cada sala cuenta una parte de la historia nacional.
La fuerza del teatro argentino reside en su diversidad, en su capacidad de reinventarse, en el talento de sus artistas y en el compromiso de sus públicos. Sea en la gran capital o en una ciudad del interior, ir al teatro en Argentina sigue siendo un acto cultural, social y, muchas veces, político.
En tiempos de transformación digital, crisis económicas o cambios de paradigma, el teatro resiste. Porque mientras haya una historia que contar, una voz que proyectar y un espectador dispuesto a escuchar, las luces del escenario nunca se apagan.